domingo, 19 de julio de 2009

Vive le Tour!!!

Durante 2 semanas he seguido en cuanto puedo el espectáculo más grande que puede haber en cuanto a ciclismo se refiere. El Tour d’ France, es sin duda la más grande manifestación del ciclismo mundial seguida de lejos por la Vuelta a España y el renaciente Giro d’ Italia, así mismo; el más grande ciclista activo en la actualidad es el estadounidense Lance Armstrong, del cual me permitiré hacer una pequeña y vaga contextualización antes de entrar en lo sucedido hoy en los Alpes suizos.

Lance es un texano que inició su carrera cuando terminaba la de otro grande, Miguel Indurain; que como referencia solo tuvo a Greg Lemond como único ciclista grande de Estados Unidos al cual conocimos en los maravillosos años de los escarabajos colombianos como Martin Ramirez, “Condorito” Corredor, Nelson “el Cacaito” Rodríguez, Fabio Parra y Lucho Herrera por nombrar algunos. Este texano al empezar a despuntar su carrera en el equipo “gringo” Motorola desarrolló un cáncer en un testículo, lo que realmente cambió su vida y de manera indirecta también cambió el destino del ciclismo mundial que se preparaba para conocer al más grande de todos los tiempos.

Hablar de Armstrong es como hablar de Fausto Coppi, Federico Bahamontes, Jacques Anquetil, Eddy Merckx, Bernard Hinault, (en este punto mi corazón colombiano incluye a Luis Herrera), Miguel Indurain, Marco Pantani y Jan Ullrich; porque hablar de Armstrong es hablar de ciclismo, aunque algunos desafortunados solamente hayamos podido ver en directo a los últimos cuatro mencionados en esta lista. Este ranchero, a través del cáncer y su lucha por la vida al parecer encontró la fórmula secreta para luchar contra las grandes paredes y contra los cronómetros, donde se ha destacado.

Con 37 años, 7 Tour de Francia seguidos del 2000 al 2005 y después de habernos brindado a los fanáticos del ciclismo las más emocionantes etapas de montaña y contra reloj (insisto), el estadounidense decidió tomar un descanso de 2 años y volvió para el Giro d’ Italia de este 2009; todos pudimos ver que ya no era el mismo y aún conservamos la esperanza que para el Tour nos sorprenda porque hablar de él es como hablar también de un Schumacher, Tiger Woods, Kobe Bryant, Roger Federer o un Zinedine Zidane; para contextualizar a los no tan ciclísticos.

Lo de hoy en el ascenso a Verbier, solo fue una muestra; de una estrategia de Johan Bruyneel (quien además compitió con el emocionadísimo en esta nota Indurain y es el gestor de los 7 Tour de Lance), que tiene en su equipo no solo al monstro Armstrong sino también al penúltimo campeón, el español Alberto Contador como fichas. Es cierto, hoy a Lance no se le vio como sus viejos tiempos, pero es cierto también que tuvo la baja de Leipheimer por fractura en la muñeca, que Kloden no es que sea el gregario de oro considerando que lo dejo solo en los últimos metros y que fue de los últimos gregarios de oro del alemán Ullrich, quién con Pantani fueron los únicos que se atrevieron a interponerse entre la gloria y Lance. Es cierto también que el team Astana, no es ni el Discovery Channel, ni el US Postal Service; en el cual formaban grandes gregarios como el mismo Roberto Heras, Chechu Rubiera, George Hincapie y Victor Hugo Peña; quienes con Leipheimer siempre estuvieron al mando de Bruyneel y al servicio de Armstrong.

El ataque solitario de Contador en los últimos 7 Km de la etapa, fue la muestra de un Astana poco compacto y raro en los equipos de Bruyneel y el minuto 37 segundos de diferencia entre el español y el estadounidense que para una última semana en donde predomina la alta montaña y con una contra reloj individual en el medio, no permite descartar del todo al texano. Yo por mi parte espero que mi trabajo me permita disfrutar de al menos los ascensos a los puertos y del ascenso a Mount Ventoux: una de las grandes cimas en el ciclismo mundial actual (es como hablar de un Monaco para la Fórmula 1, un Daytona para la Nascar, un partido de Champions League o de Winbledon), es pero el martes el destape de alguno de los dos colombianos (ojo Leonardo, te voy comprometiendo) luego del día de independencia de nuestro país que en los 80’s y 90’s muchos colombianos hicieron respetar y extrañaré el bellísimo y emocionante Alpe d’ Huez…

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