Resucitando al carachito Domínguez (los medios amañando el fútbol, más de lo que está)...

Bueno, ha llegado la hora de resucitar al carachito. Y es que en verdad el tipo para mí duro muerto todo el partido y toda la noche, porque cuando llegue del partido para no amargarme la vida no mire medios. Y es que las malas lenguas, el hush hush, el lavadero del Campín decía que el Cali se había cagado porque les habían roto el bus y que se había muerto un jugador en esas.

Y es que el ejercicio de dar por muerto a este inocente jugador no resulto del todo malo, porque para los medios como que fué así y efectivamente yo había conservado mi salud al evitar verlos, oírlos y/o leerlos.

Me enteré por un buen amigo que Noticias RCN en su sección "deportiva" le dió casi total protagonismo al ladrillo que se encontro con esa ventana y como ellos dicen con la "testa" del carachito. Las entrevistas a Palomino, al mismo Carachito recuperado y a Clara López las hubieran dejado más bien para que las presentara la Negra Candela en El Lavadero el próximo sábado, con tema incluído para su isla de la fantasía...

Y ni hablemos del señor Julio Sanchez Cristo que lo hizo tema del día en La W, de verdad que ya entiendo porque escucho Radiónica todas las mañanas; este señor cuyo padre era uno de los mejores locutores del país al parecer envídia es la mesa de trabajo de Tropicana o Vibra y otras por el estilo.

Esta reflexión no tiene por otro motivo recordarles a los medios que Millonarios no hizo nada, ni buscó protagonismo hace algunos años cuando en Ibagué nos rompieron el bus; si han de buscar sanciones contra el club más grande de este país al menos disimulenlo, recuerden también episodios como lo acontecido entre hinchas de Nacional y Medellín el año pasado y lo del Junior y el Unión Magdalena en Copa Colombia.

Haber si "la memoria del balón" les alcanza para esto y no para analizar que el directamente perjudicado es el ciudadano de bien que compra su boleta para oriental u occidental para la cual ha trabajado toda una semana y que en ocasiones lleva hasta a su familia para tener que decirle a sus hijos que ya no va haber partido porque paso algo de lo que ellos siquiera tienen participación.