Durante 2 semanas he seguido en cuanto puedo el espectáculo más grande que puede haber en cuanto a ciclismo se refiere. El Tour d’ France, es sin duda la más grande manifestación del ciclismo mundial seguida de lejos por la Vuelta a España y el renaciente Giro d’ Italia, así mismo; el más grande ciclista activo en la actualidad es el estadounidense Lance Armstrong, del cual me permitiré hacer una pequeña y vaga contextualización antes de entrar en lo sucedido hoy en los Alpes suizos.
Lance es un texano que inició su carrera cuando terminaba la de otro grande, Miguel Indurain; que como referencia solo tuvo a Greg Lemond como único ciclista grande de Estados Unidos al cual conocimos en los maravillosos años de los escarabajos colombianos como Martin Ramirez, “Condorito” Corredor, Nelson “el Cacaito” Rodríguez, Fabio Parra y Lucho Herrera por nombrar algunos. Este texano al empezar a despuntar su carrera en el equipo “gringo” Motorola desarrolló un cáncer en un testículo, lo que realmente cambió su vida y de manera indirecta también cambió el destino del ciclismo mundial que se preparaba para conocer al más grande de todos los tiempos.
Hablar de Armstrong es como hablar de Fausto Coppi, Federico Bahamontes, Jacques Anquetil, Eddy Merckx, Bernard Hinault, (en este punto mi corazón colombiano incluye a Luis Herrera), Miguel Indurain, Marco Pantani y Jan Ullrich; porque hablar de Armstrong es hablar de ciclismo, aunque algunos desafortunados solamente hayamos podido ver en directo a los últimos cuatro mencionados en esta lista. Este ranchero, a través del cáncer y su lucha por la vida al parecer encontró la fórmula secreta para luchar contra las grandes paredes y contra los cronómetros, donde se ha destacado.
Con 37 años, 7 Tour de Francia seguidos del 2000 al 2005 y después de habernos brindado a los fanáticos del ciclismo las más emocionantes etapas de montaña y contra reloj (insisto), el estadounidense decidió tomar un descanso de 2 años y volvió para el Giro d’ Italia de este 2009; todos pudimos ver que ya no era el mismo y aún conservamos la esperanza que para el Tour nos sorprenda porque hablar de él es como hablar también de un Schumacher, Tiger Woods, Kobe Bryant, Roger Federer o un Zinedine Zidane; para contextualizar a los no tan ciclísticos.
Lo de hoy en el ascenso a Verbier, solo fue una muestra; de una estrategia de Johan Bruyneel (quien además compitió con el emocionadísimo en esta nota Indurain y es el gestor de los 7 Tour de Lance), que tiene en su equipo no solo al monstro Armstrong sino también al penúltimo campeón, el español Alberto Contador como fichas. Es cierto, hoy a Lance no se le vio como sus viejos tiempos, pero es cierto también que tuvo la baja de Leipheimer por fractura en la muñeca, que Kloden no es que sea el gregario de oro considerando que lo dejo solo en los últimos metros y que fue de los últimos gregarios de oro del alemán Ullrich, quién con Pantani fueron los únicos que se atrevieron a interponerse entre la gloria y Lance. Es cierto también que el team Astana, no es ni el Discovery Channel, ni el US Postal Service; en el cual formaban grandes gregarios como el mismo Roberto Heras, Chechu Rubiera, George Hincapie y Victor Hugo Peña; quienes con Leipheimer siempre estuvieron al mando de Bruyneel y al servicio de Armstrong.
El ataque solitario de Contador en los últimos 7 Km de la etapa, fue la muestra de un Astana poco compacto y raro en los equipos de Bruyneel y el minuto 37 segundos de diferencia entre el español y el estadounidense que para una última semana en donde predomina la alta montaña y con una contra reloj individual en el medio, no permite descartar del todo al texano. Yo por mi parte espero que mi trabajo me permita disfrutar de al menos los ascensos a los puertos y del ascenso a Mount Ventoux: una de las grandes cimas en el ciclismo mundial actual (es como hablar de un Monaco para la Fórmula 1, un Daytona para la Nascar, un partido de Champions League o de Winbledon), es pero el martes el destape de alguno de los dos colombianos (ojo Leonardo, te voy comprometiendo) luego del día de independencia de nuestro país que en los 80’s y 90’s muchos colombianos hicieron respetar y extrañaré el bellísimo y emocionante Alpe d’ Huez…
domingo, 19 de julio de 2009
lunes, 13 de julio de 2009
Millos vs. Junior: evitando triunfalismos, falsas esperanzas e ilusiones que mancharon el pasado...
Pasaron casi dos meses antes que nos reencontráramos con el mas veces campeón y personalmente no me permití hacerme a ninguna idea o ilusión con este primer partido de campeonato con el subcampeón del torneo pasado. El partido de por sí estaba cargado de suficiente tensión como para que le adicionáramos más, el Club hizo una tarea inteligente de mercadeo; pensando tal vez en la incredulidad del hincha por las últimas campañas y por las rencillas siempre vivas con el nuevo técnico instó al patrocinador principal y logró que se hiciera una promoción con la cual muchos hinchas entraron a mitad de precio e invitó también a los hinchas en promoción menores de 5 años a ingresar gratis en compañía de un adulto responsable.
Esta fue una acción arriesgada, porque donde el dirigente-accionista-empresario y técnico hubiese sacado un resultado no tan bueno en este encuentro, no solo hubieran desilusionado a los hinchas de siempre, a los que fueron aprovechando la promoción, a los que le dieron una nueva oportunidad de demostrar que seguimos siendo grandes; sino a los hinchas que hasta ahora nacen en las lides millonarias, que tal vez viendo tanto azul y blanco rodeando sus espacios y que por un amor infundido por sus padres, hermanos, tíos, primos y demás iban a alentar un sentimiento que hasta ahora empezaban a entender.
Pero no fue así y sin entrar en triunfalismos, falsas esperanzas e ilusiones que luego podrían desmoronarse; el Millonarios de estos 14 jugadores que saltaron a la cancha de juego dirigidos por Luis Augusto García a quien se atribuyen tantos hechos funestos en la historia del Club, CONVENCE. Para muchos que habían abandonado la tradición de cada 15 días acompañar a su equipo del alma, que preferían esperar a que el partido fuera transmitido por televisión, que saliera una promoción o que les regalaran una boleta para ir al Campin; este Millonarios si jugó futbol y además mostró una actitud ganadora, que convenció y no solo logró eso sino que dejo abierta la puerta para seguir acompañándolo a lo largo del campeonato.
Es cierto que Rubén Darío Bustos realizó un gran aporte con sus 2 anotaciones, así mismo lo hizo Carmelo Valencia con una anotación y también con las como 3 oportunidades que desperdició, Mera, Araujo, Bedoya y Robayo mucho más seguros y productivos en sus posiciones habituales pero con mucha mayor productividad; pero nada de esto hubiera sido posible con la destacada y al inicio tímida labor de Omar Vázquez, un jugador proveniente de la cantera que ya había empezado a dar de que hablar entre los más hinchas por sus actuaciones en partidos de bajo perfil y encuentros de Copa Colombia.
Como me lo digo un gran amigo hincha, se podrá decir cualquier cosa de Luis Augusto García; pero si algo hay que reconocerle es que el hombre sabe de futbol y aunque seguimos evitando los triunfalismos, las falsas esperanzas y las ilusiones; los hincha desde el fondo, así no sea el técnico ni el dirigente de nuestra preferencia para algunos, en ese mismo fondo reconocemos que fue el último técnico que le ha dado títulos y laureles a nuestro Club, el más grande de Colombia.
Ante esto, ¿qué más puede decir el hincha? Más que regocijarse en la alegría producida por esta victoria y aguardar por una historia que empezará a tejer su final feliz luego de 18 capítulos donde hasta ahora hemos pasado por el primero y que parece ser buena, el buen hincha solo puede esperar y no dejarse llevar por la ansiedad que le producen 20 años de larga espera llenos de ilusiones y falsas esperanzas. Fue así como los pocos hinchas que intentaron abuchear al nuevo técnico terminaron haciendo el ridículo al inicio del partido, ya que esta es una oportunidad más que tiene la actual administración y el técnico tienen para limpiar en algo la imagen que les han dejado los rumores que los han envuelto a lo largo de la historia millonaria.
Esta fue una acción arriesgada, porque donde el dirigente-accionista-empresario y técnico hubiese sacado un resultado no tan bueno en este encuentro, no solo hubieran desilusionado a los hinchas de siempre, a los que fueron aprovechando la promoción, a los que le dieron una nueva oportunidad de demostrar que seguimos siendo grandes; sino a los hinchas que hasta ahora nacen en las lides millonarias, que tal vez viendo tanto azul y blanco rodeando sus espacios y que por un amor infundido por sus padres, hermanos, tíos, primos y demás iban a alentar un sentimiento que hasta ahora empezaban a entender.
Pero no fue así y sin entrar en triunfalismos, falsas esperanzas e ilusiones que luego podrían desmoronarse; el Millonarios de estos 14 jugadores que saltaron a la cancha de juego dirigidos por Luis Augusto García a quien se atribuyen tantos hechos funestos en la historia del Club, CONVENCE. Para muchos que habían abandonado la tradición de cada 15 días acompañar a su equipo del alma, que preferían esperar a que el partido fuera transmitido por televisión, que saliera una promoción o que les regalaran una boleta para ir al Campin; este Millonarios si jugó futbol y además mostró una actitud ganadora, que convenció y no solo logró eso sino que dejo abierta la puerta para seguir acompañándolo a lo largo del campeonato.
Es cierto que Rubén Darío Bustos realizó un gran aporte con sus 2 anotaciones, así mismo lo hizo Carmelo Valencia con una anotación y también con las como 3 oportunidades que desperdició, Mera, Araujo, Bedoya y Robayo mucho más seguros y productivos en sus posiciones habituales pero con mucha mayor productividad; pero nada de esto hubiera sido posible con la destacada y al inicio tímida labor de Omar Vázquez, un jugador proveniente de la cantera que ya había empezado a dar de que hablar entre los más hinchas por sus actuaciones en partidos de bajo perfil y encuentros de Copa Colombia.
Como me lo digo un gran amigo hincha, se podrá decir cualquier cosa de Luis Augusto García; pero si algo hay que reconocerle es que el hombre sabe de futbol y aunque seguimos evitando los triunfalismos, las falsas esperanzas y las ilusiones; los hincha desde el fondo, así no sea el técnico ni el dirigente de nuestra preferencia para algunos, en ese mismo fondo reconocemos que fue el último técnico que le ha dado títulos y laureles a nuestro Club, el más grande de Colombia.
Ante esto, ¿qué más puede decir el hincha? Más que regocijarse en la alegría producida por esta victoria y aguardar por una historia que empezará a tejer su final feliz luego de 18 capítulos donde hasta ahora hemos pasado por el primero y que parece ser buena, el buen hincha solo puede esperar y no dejarse llevar por la ansiedad que le producen 20 años de larga espera llenos de ilusiones y falsas esperanzas. Fue así como los pocos hinchas que intentaron abuchear al nuevo técnico terminaron haciendo el ridículo al inicio del partido, ya que esta es una oportunidad más que tiene la actual administración y el técnico tienen para limpiar en algo la imagen que les han dejado los rumores que los han envuelto a lo largo de la historia millonaria.
Por eso, de mi parte; por el bien de el equipo que sabe que grandes muchos pero gigante uno solo: Buena suerte señores García, López y señores jugadores con este nuevo proyecto directivo, no olviden que solo queremos una cosa lo más pronto posible. ¡El título 14 del torneo profesional!
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