Durante toda la semana luego del triunfo de local con Cúcuta por la mínima diferencia en Copa Mustang y del aceptable partido con Equidad por la Copa Colombia, me asaltaba algo que si usted señor lector (puedes ser una dama pero hablo en tercera persona) quiere llamar miedo puede hacerlo; toda mi atención en estas vacaciones donde además ando increiblemente desocupado se centraba en el partido del sábado en la noche.
No solo me preocupaba porque fuera con el Atlético Nacional, nuestro rival de toda la vida; si no porque este equipo en crisis podía cojernos a nosotros de tarea para salir de su crisis así no hicieran nada en todo el año. Fue así como me preste a ver el partido en compañía de algunos de mis amigos de Millos y al calor de unas frías como decimos por aca (unas cervezas).
Empezó el partido y para mi sorpresa vi a dos equipos haciendo la tarea, un Nacional que jugaba bien pero aún así y sin temor a tomar partido por lo comprometida que esta mi pasión futbolística este hincha encontraba a un Millonarios que era superior y que hacia mejor la tarea que su rival. La cerveza hacia su efecto y mi vejiga se empeñaba en hacermelo saber, no era capaz de darle tranquilidad a esta porque sabía que en cualquier momento llegaba el gol.
Así fue como cuando estaba por terminar el segundo tiempo y yo cerraba la puerta del W.C. cuando oigo al narrador y lanzo mi mirada hacia la pantalla, un impresionante palo en la parte superior del arco producto de un disparo desde casi mitad de cancha de Jonathan Estrada; quien los últimos partidos me había producido ciertas decepciones al verlo en un nivel no acostumbrado, pero esta vez al igual que el resto del equipo cumplia su función y casi nos entregaba una alegria. No fue la única jugada destacada por nuestra parte para el primer tiempo pero si la que más se grabó en la memoria del hincha.
El siguiente tiempo fue algo inesperado la verdad, nosotros queríamos seguir viendo el dominio millonario hasta conseguir el gol; pero sorpresivamente el nacional levantó cabeza y el técnico Suarez encontró la manera de ganar posesión y dominio sobre la pelota. Vino un inesperado cambio por parte de Quintabani sacando a Bustos y se terminó de desarmar el equipo atrás, el cambio entiendo fue por lesión o molestia de Bustos y sin considerar una mala decisión por parte de Quintabani tampoco fue la mejor.
Así fue como vino el gol, luego de un par de jugadas por parte de nacional consiguieron el tiro de esquina; con una defensa y un arquero impotentes ante la virtud del rival, Mendoza convierte un buen cobro en un buen gol. Algunos dicen que es error de Cuadrado por no salir a buscar la pelota, pero estoy seguro que si lo hubiera hecho ahora estarían diciendo que hubiera sido su culpa por haberlo hecho.
Millonarios termino jugando en contra no solo de su rival sino al parecer también del arbitraje con unos línea en oriental y central que aparentmentemente no solo dejaban de ver manos en el área sino también otras cosas, aún con 10 veíamos que el equipo por su trabajo podría lograr el empate.
Aclaraciones.
El tema en Millonarios esta dificil, algunos ven la llegada de otra crisis como la de comienzos de década; no obstante me parece que es preocupante cuando se involucan cosas que no tienen que ver en cosas nada deportivas.
Nunca me ha constado que el señor Juan Carlos López, ni que el señor Luis Augusto García, ni el señor Reyes, ni el señor Franco y en fin tanta gente de la que se habla en las calles y que trabaja dentro del Club, realmente tengan negocios turbios o sean personas que dejen algo que desear; así mismo tampoco me consta lo contrario.
Nunca me ha constado que los jugadores y los técnicos no sean profesionales, no dejen lo mejor de sí en la cancha, no hagan los planteamientos adecuados y mucho menos que obedezcan a cuestiones externas afectando su desempeño; tampoco me consta lo contrario.
Tampoco me ha constado que algunos hinchas vendan los beneficios que el Club les brinda por su cercanía a este por pertenecer a barras o colaboraciones que le brinden, igual tampoco me cuesta lo contrario.
Nunca he estado de acuerdo con que con putear, no asistir, empapelar, marchar y en fin otras propuestas que respeto pero no comparto la situación vaya a tener solución. Para mi el problema de Millonarios se soluciona con dinero, mucho dinero y compromiso por parte de los dirigentes, accionistas e integrantes del cuerpo ténico y nómina.
Si me pregunto cómo es que tanto en técnicos como jugadores se traen gente exitosa a que venga en ocasiones a fracasar al Club y así mismo los que se vayan, vayan en ocasiones a triunfar a otros lados.
Durante estos 3 años en occidental general, faltando a menos de 2 partidos por año; he visto mucho futbol donde debe ser y he contado con la suerte de hacer muchos amigos y recibir también información de todas las tribunas del estadio y hasta de gente involucrada con el Club. A la mayoría de ellos les considero mis amigos y en la mayoría de ocasiones esta información la cual nunca puedo constatar, nunca sale de mi boca o de mi teclado como en este caso. Solo confío en lo que ven mis ojos en el estadio o en el TV y lo comparto con un núcleo cerrado de amigos con los cuales a veces coincidimos y a veces no, antes de escribir este tipo de crónicas.
Finalmente, los puntos anteriores dejan totalmente en claro mi visión hacia lo que esta pasando en el Club y lo hago porque algunos de mis amigos me han insinuado que se rumoran por ahí que ando pensando y diciendo cosas que no corresponden ni con lo que pienso ni con lo que digo y que en ocasiones pueden corresponder con lo que piensan o dicen algunos de mis amigos y conocidos en el mundo del futbol bogotano y para concluir dejo en claro que no pienso lo mismo que algunos de ellos, ni ellos piensan lo mismo que yo pienso y como en Millos se maneja mucho poder y dinero, quiero dejarlo en claro para evitar problemas personales dejando abierta mi posibilidad que me da la constitución política de seguir expresandome en un mundo donde tampoco me considero tan importante.
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